Amigos y pan de leche casero

Ayer fue uno de esos días para disfrutar con los amigos. No se me ocurrió otra cosa que invitar a paella a Albert y Raquel, que llegaban justo de viaje a la hora de comer... Y como son más salaos que las pesetas, soltaron los trastos en su casa y directos a la mía a disfrutar de un mediodía con buena comida, buen vinito y buena compañía (o eso creo, jijiji). 
Después de comer y en medio de una charla sobre cine, le propuse a Raquel hacer un pan de leche que me llevaba rondando la cabeza varios días, y como a ella también le encanta enredar, nos pusimos manos a la obra.

La receta es del blog Almíbar Repostería. Si no lo conocéis, tiene unos paso a paso muy claros y llenos de fotos, así que animaos a visitarlo. Vamos allá:

Ingredientes
  • 750 g de harina de fuerza
  • 450 g de leche entera
  • 120 g de azúcar
  • 75 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 25 g de levadura fresca 
  • 10 g de sal
Elaboración
  1. En el bol de la batidora, con el gancho de amasar, se echa la leche templada con la levadura fresca troceada y se espera unos minutos hasta que se disuelva.
  2. Se añade la mantequilla a temperatura ambiente y se incorpora la harina tamizada.
  3. En un procesador de alimentos, o en mi caso, en una batidora de vaso americana, se trituran el azúcar y la sal juntos. Se tamizan sobre la masa y se mezcla hasta que se integren bien todos los ingredientes.
  4. La masa resultante es bastante húmeda y para mi sorpresa nada pegajosa. Es momento de pasar a la mesa para amasar. Se trata de golpear la mesa con la masa, levantar la masa hacia delante y recoger hacia un lado, repetir y compactar hasta obtener una bola flexible.
  5. La bola resultante hay que dejarla reposar hasta que doble su tamaño en un bol, tapada con film plástico y un paño, lejos de corrientes de aire y a temperatura ambiente.
  6. Se vuelve a amasar y le volvemos a dar forma de bola que cortaremos en cuatro trozos aproximadamente del mismo tamaño. Amasamos cada uno de los trozos en forma de bola.
  7. Precalentar a 200ºC el horno (con calor arriba y abajo) y forrar un molde de cake alargado con papel de horno, dejando papel suficiente para después guiar la masa hacia arriba y que no se nos desparrame en el horno. Colocamos las cuatro bolas en el molde una junto a la otra y volvemos  a tapar para dejar subir la masa antes de hornear.
  8. Llegó el momento de hornear. Para dar algo de humedad a la cocción, colocar en cada esquina de la bandeja un vasito con agua y en el centro el molde. Hornear durante 30 minutos o hasta que la aguja salga limpia. Debe quedar con un tono marrón tostado y la cocina debe oler a gloria, ¡ya está!
  9. Sacar del horno y dejar reposar en el molde 10 minutos. Dejar enfriar desmoldado sobre una rejilla.

Lo que más me gusta de esta receta, aparte de lo riquísimo que está el pan de leche, es que se puede hacer la parte dura del amasado en batidora y no es necesaria masa madre, ni levados larguísimos... sí, ya, no tengo paciencia para los panes y eso que les tengo ganas...
Lo podéis comer tal cual, mojado en leche, con mermelada, tostado, acompañado de helado... las posibilidades son infinitas. Además se puede añadir a la masa pepitas de chocolate, frutos secos, frutas deshidratadas... oups, charco de baba sobre el teclado, voy a por un trocito ;P

Y para terminar, quería enseñaros una taza que me ha regalado una de mis alumnas a la que ha picado el gusanillo de las manualidades. ¡¡Que conste que me la regaló después de la entrega de notas!! Bromas aparte, me hizo mucha ilusión que se presentara con esta jarra que tendrá un lugar especial en mi despacho en el colegio, ¡justo al lado de la cafetera! ¡Gracias Nina!


Os recuerdo que estoy de sorteo, sólo tenéis que participar en el blog de forma pública, vamos, tenéis que ser Meriyouwers, seguirme en FB y si queréis una participación extra, seguirme en Twitter y/o Instagram. Dejad un comentario con vuestro nombre (y si cambian, los nombres de FB, Instagram, Twitter) en el post anterior, vuestro email y ¡listo! Todos los detalles en la entrada anterior.
¡Feliz semana!
El rincón de Meriyou

Un cumpleaños, un nacimiento y un sorteo

Sumergida en esta ola de calor que absorbe la humedad y mis fuerzas, lidiando en un curso de verano con mis alumnos y durmiendo más bien poco, he sacado ánimos para terminar un par de cosillas pendientes que tenía muchas ganas de enseñaros.

La primera de ellas es una libreta de viaje, tipo Moleskine, con su bolsillo y todo, que está de camino a su dueña en Francia. Tengo una gran amiga allí que ha cumplido años hace poco y me apetecía hacerle un regalo hecho totalmente a mano. Es una libreta hecha con mimo, desde los librillos, el cosido, el encuadernado, hasta el último detalle como el bolsillo o el punto de lectura. ¿Os gusta? 



Encuadernar es un placer descubierto esta primavera y, aunque requiere bastante tiempo, una prensa y un telar y materiales muy específicos, es un proceso de elaboración artesanal tan hermoso, que me tiene atrapada. Después de aprender técnicas básicas con Ana González de El Curso Rosa, ya tengo en mente un montón de proyectos que espero vayan saliendo poco a poco y ando investigando otros métodos de cosido visto.

Cumpleaños: hecho... vamos con el nacimiento. Hace unos días que una amiga se ha estrenado como mami y desde que supe el notición del embarazo tenía claro qué iba a regalarle. ¿Conocéis esos álbumes de recién nacido para llenar de fotos y llevar un diario del bebé? Debo confesaros algo, me los regalaron con mis dos soletes y con la falta de tiempo de una mamá primeriza y después con la crianza de dos peques, he sido incapaz de rellenar tantísimas hojas... ¡si es que son como un tercer grado! Pensando en mi total incapacidad (ains, mea culpa) y en lo atareadas que solemos estar con los chiquitines, le he hecho a Vanesa un álbum "light" de nacimiento. Vamos, que lo que es para escribir, sólo tiene dos páginas, el resto es para llenarlo, pero lo que es llenarlo, de fotos de su peque, que de esas nunca faltan.


Buscando ideas e inspiración por la red, al final decidí no complicarlo demasiado, he añadido detalles que me gustan, como washi tape, elementos cosidos, sellos, pegatinas, un poco de todo y sin sobrecargarlo. La encuadernación la he hecho en tela y papel con un tipo de cosido japonés, que repite el mismo patrón en el anverso y el reverso del álbum. 






A los papis les ha encantado, así que yo estoy feliz como una perdiz. Y ya estoy preparando el siguiente, esta vez para una niña, os lo enseñaré, ¡prometido!

Nacimiento: hecho... y ahora vamos con el sorteo. "¿Sorteo de los 45 seguidores?" noooooo, ¡en FB ya somos más de 200! Es una tontería, pero me ha hecho ilusión ver crecer ese aspecto del blog y recibir el mensajito de FB diciendo que había llegado a los 200 "me gusta". 

Los requisitos son muy sencillos:
  1. Ser seguidor de la página en FB. Si lo compartís, genial, así se entera más gente.
  2. Seguir el blog de forma pública. Si accedéis desde el móvil tenéis que entrar en versión web para poder completar este paso. Desde el ordenador, lo tenéis en el menú de la derecha, justo debajo del título de Meriyouwers.
  3. Podéis conseguir participaciones extra si me seguís en Instagram y/o en Twitter.
  4. Comentar en este post que queréis participar, indicando vuestro email. Si vuestro nombre en FB, Twitter e Instagram no coinciden, comentadlo y también si os habéis hecho seguidores.
Si hacéis todo esto qué podéis ganar... de momento sólo os desvelo uno de los chachipremios: una libreta de viaje como la que os muestro en el post, variando color y decoración. Los otros dos premios los iré desvelando en las siguientes entradas, por aquello de mantener el misterio casi hasta el final...
El plazo para participar, como estamos de vacaciones y en slomo en estos días, será hasta el 12 30 de agosto, un mes a contar desde hoy y el resultado del sorteo lo daré el 20 de agosto 1 de septiembre.
¿Os tienta la idea?


El rincón de Meriyou

Doble cumpleaños y tarta chic de leopardo con cerezas del Jerte

Parecía que no iba a llegar, pero sí, el verano ha llegado al fin. Quienes barruntaban un verano fresco, es que no han estado en el Badajoz estival... Se pasa de estar a 20ºC un día, a los 36ºC hasta las 12 de la noche al día siguiente. La ropa de entretiempo se deprime la pobre en el armario, porque se pasa de la manga larga al bikini a una velocidad de vértigo.
Mis peques encantados por estar todo el santo día en la piscina, pero os puedo asegurar que no son las temperaturas ideales para hornear, sobre todo si se hornean seguidos cuatro bizcochos... En fin, todo por amor, porque era la tarta del cumpleaños de mi maridín y de su hermana, que han decidido aunar sus celebraciones en un único día. 
Dándole muchas vueltas y sabiendo que a mi cuñada le encantan los estampados animales, me vino a la cabeza una tarta que vi en Pinterest hace tiempo: Leopard print cake. Para delicia de todas las que, como yo, odian los mix de pasteles en caja, encontré en El Rincón de Bea la receta sin ingredientes extraños. Ella da la receta para hacer con Kitchen Aid (suspiro, suspiro, suspiro... quiero una...), pero yo la he hecho con una batidora-amasadora y ha salido muy rica.
No he hecho fotos del paso a paso, porque el calor y mi peque metiendo la mano por todas partes lo impidieron...

Leopard Print Cake
Ingredientes
  • 250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 325 g de azúcar
  • 5 huevos XL (yo no tenía y puse 6 medianos)
  • 490 g de harina de trigo de todo uso
  • Una cucharadita de extracto de vainilla (mi Nielsen-Massey del alma o el que tengáis a mano)
  • Una cucharadita y media de polvo de hornear (yo he puesto la levadura Royal normal, no la de panadería)
  • Media cucharadita de bicarbonato
  • 250 g de nata fresca
  • 125 ml de leche
  • Una cucharada de caco en polvo
  • Colorante en gel marrón y negro
  • Cerezas o picotas para decorar

Preparación
  • Precalentar el horno a 175ºC.
  • Engrasar con aceite o con spray especial los moldes que vayamos a utilizar. En mi caso dos moldes redondos de 24 cm. Colocar en el fondo papel de hornear. Puedes coger la medida previamente con el molde y recortarlo.
  • Tamizar juntos la harina, la levadura y el bicarbonato. Reservar.
  • Mezclar la nata fresca con la leche y reservar.
  • Batir la mantequilla y el azúcar hasta que blanquee y se vea esponjosa la mezcla.
  • Añadir los huevos ligeramente batidos uno a uno. No añadir el siguiente hasta que el anterior quede integrado en la masa.
  • Añadir el extracto de vainilla.
  • Añadir un tercio de la mezcla de harina y batir. Añadir la mitad de la mezcla de nata y batir. Repetimos terminando con la harina.
  • Retiramos unos 200 g de la masa en un cuenco y otros 100 g en otro cuenco. Reservamos el resto de masa.
  • En el cuenco de 200 g, tamizamos e integramos el cacao en polvo con la masa y añadimos colorante marrón y negro hasta obtener una masa marrón oscura. Os recomiendo prudencia al añadir el colorante. Para no pasarnos de rosca con el color, lo mejor es ir añadiendo gota a gota y en mayor proporción de marrón que de negro. Es decir, si echamos tres gotas de marrón, a continuación sólo una de negro. En el cuenco de 100 g añadir unas gotas de colorante marrón hasta obtener un tono beige. Llenamos dos mangas pasteleras desechables con las masas coloreadas. 
  • Cubrimos el fondo de los moldes con la masa blanca y a continuación, con ayuda de las dos mangas trazamos el dibujo: con la masa marrón haremos una línea paralela al borde del molde, de unos dos cm de grosor y otra línea paralela a esta de menor radio; con la masa beige rellenamos el espacio entre las líneas oscuras dándole altura con dos pasadas de la manga. Delineamos y recubrimos con la masa marrón la masa beige. Terminamos con la masa blanca en otra manga, rellenando el centro y los bordes del molde para sustentar el dibujo que hemos hecho y terminamos cubriendo todo de masa blanca. A mí me ha llegado justita justita la masa blanca, creo que por el tamaño de mis moldes, pero conseguí recubrirlo todo, ¡olé!
  • Hornear unos 25-30 min en el horno precalentado. Antes de sacarlo, pinchamos con una aguja para comprobar que sale limpia, es decir que ¡está listo nuestro bizcocho!
  • Dejar enfriar en el molde unos 10 min y después sobre una rejilla ya desmoldado. Cuando estén totalmente fríos se envuelven en plástico transparente y se dejan reposar unas horas para que asiente la miga.


Para la decoración, como no tenía pasta de frambuesa y la buttercream no se mantiene bien con estos calores, decidí hacer algo sencillo. Mi marido había encargado unas cerezas del Jerte, que llegaron directas del árbol (suerte de vivir cerca) y decidí utilizarlas en la decoración final. Para montar la tarta, como vi que era una masa consistente (como suele ocurrir con las bases de mantequilla), decidí empaparla de leche con una cucharada de esencia de vainilla y rellenar con lemon curd y nata entre las capas. A continuación recubrí de nata montada con azúcar glas al gusto y un poco de mermelada de fresa, utilizando la espátula para darle ese toque menos pulido de las tartas caseras. Terminé con unas cerezas lavadas a las que dejé el rabito y voilà! ya tenemos tarta.


Alguno habrá echado cuentas y pensará "¿no decía que había horneado cuatro bizcochos?", pues sí... como soy cabezona y quería probar el estampado de leopardo con la masa habitual de mi bizcocho, hice dos intentonas previas con resultados dispares, pero igualmente ricos... decididamente, para que se mantenga el dibujo, la masa debe tener consistencia...


Y por último os dejo con unas etiquetas muy veraniegas que estoy preparando para la colección de artesanía en crochet de mi amiga Lara... ¡mmmm, me han entrado ganas de tomar un helado!


¡Feliz semana y a disfrutar los que den comienzo a sus vacaciones!





El rincón de Meriyou